Préstamos para pensionistas y jubilados: qué son y cómo solicitarlos
JUBILACIÓN I 5 de junio de 2024
Realizar obras en casa, cambiar de coche, hacer un viaje o atender un imprevisto económico... son necesidades que le pueden surgir a cualquier persona, también a un pensionista. Como el resto, también ellos pueden recurrir a un préstamo para afrontarlas. Te contamos cómo hacerlo.
Los préstamos para pensionistas funcionan como un préstamo cualquiera; la única diferencia estriba en la persona que lo solicita: un pensionista. Pensionista es un concepto que engloba no solo a personas jubiladas, sino a todo aquel que percibe una pensión (como las de incapacidad, gran invalidez, viudedad, orfandad, etc.).
El pensionista que quiera solicitar un préstamo ha de cumplir los requisitos generales que establecen los bancos para conceder financiación, pero además ha de saber que las entidades valorarán, en su caso en particular, otras cuestiones, como su edad y su estado de salud.
Si a la hora de conceder un préstamo las entidades bancarias revisan, principalmente, la solvencia económica del solicitante, en los préstamos para jubilados tendrán en cuenta la edad del solicitante y su condición de salud. A mayor edad, mayores garantías pedirán. Lo habitual es que los bancos no concedan préstamos a mayores de 75 años, aunque puede haber excepciones. En estos casos, la aprobación del préstamo suele requerir mayores garantías, como aportar un avalista o contratar un seguro de vida que, en caso de fallecimiento, cubra la cantidad sin devolver del préstamo.
Para aprobar un préstamo para pensionistas los bancos pedirán al solicitante:
Los préstamos que los bancos pueden conceder a pensionistas abarcan todo tipo de créditos, desde hipotecarios a personales o préstamos rápidos. En todo caso, el solicitante deberá explicar el motivo por el que solicita el dinero, y aportar la documentación justificativa correspondiente, que la entidad tendrá en cuenta a la hora de aprobar su concesión y su importe exacto.
El proceso de solicitud de un préstamo para pensionistas o jubilados es similar al de cualquier otra persona. Tras decidir cuánto dinero necesitas, pide cita en tu banco, prepara la documentación que te van a pedir y preséntala. El banco se tomará unos días para estudiar tu caso y aprobar o denegar el préstamo.
En algunos casos, en función de tus años o tu estado de salud, la entidad financiera podrá requerirte alguna garantía extra, como añadir una segunda persona como prestatario, contar con un avalista o contratar un seguro de vida.
Hay algunas cuestiones que has de considerar antes de pedir un préstamo si eres pensionista. En primer lugar, si tu pensión es distinta a la jubilación (por ejemplo, si cobras una pensión de incapacidad permanente total), la entidad no va a tener en cuenta tu edad, sino la cuantía de la prestación. Esa cantidad será la que determine el montante del préstamo y el importe de las cuotas a devolver, con el objetivo de evitar que superes tu capacidad de endeudamiento.
Si además de la pensión, tienes otros ingresos o eres titular de algún bien, es conveniente que informes de ello al banco, pues mejorará tu solvencia económica y facilitará la concesión del crédito.
Valora este artículo
Tu valoración ha sido guardada.
Posts relacionados