Z7_3OKIGJ82O05D206E78PC4655I7

¿Qué es el periodo de carencia de una hipoteca?

El periodo de carencia de una hipoteca es el tiempo durante el que no tienes que pagar las cuotas de un préstamo hipotecario o solamente tienes que abonar una parte.

¿En qué consiste el período de carencia de la hipoteca?

El período de carencia de la hipoteca es una etapa en la vida del préstamo hipotecario durante la cual se pausa el pago de las cuotas mensuales o una parte de ellas. Es decir, existen dos tipos de carencias:

  • parcial o de capital: el cliente solo paga los intereses que genera el préstamo, pero no devuelve el capital prestado.
  • total, o de intereses y capital: el cliente no paga ni el principal (el capital prestado) ni los intereses generados por la hipoteca.

Coste de la carencia hipotecaria

En cuanto al coste que supone pedir un plazo de carencia en la hipoteca, hay que tener en cuenta que esta operación lleva aparejada una comisión (alrededor del 1%) que habrá de elevarse a escritura pública (con los consiguientes gastos notariales). Además, durante los meses en los que no se paguen las cuotas se seguirán devengando intereses.

Requisitos para solicitar la carencia de la hipoteca

Los requisitos para que se conceda un periodo de carencia en la hipoteca los pone el banco. En el caso particular de que se pueda acudir a las medidas del Código de Buenas Prácticas, el titular del préstamo hipotecario habrá de demostrar:

  • Que se trata de una hipoteca sobre su vivienda habitual.
  • Que los ingresos de la unidad familiar no superan determinados límites en relación al IPREM.
  • Que se encuentra en situación de vulnerabilidad.
  • Que la cuota hipotecaria supera el 50% de los ingresos netos de la unidad familiar.

¿La carencia de la hipoteca puede solicitarse en cualquier momento?

El titular de una hipoteca puede solicitar un periodo de carencia tanto en el momento de contratarla como en cualquier otro momento de la vida del préstamo hipotecario, pero ha de saber que no es una opción que concedan por defecto los bancos. Así, tendrá que justificar su necesidad en una situación transitoria de falta de liquidez, y su aprobación corresponderá, en último término, al banco. Cuestiones como el perfil del cliente, el tipo de hipoteca, las cuotas ya abonadas y las que quedan pendientes se tendrán en cuenta en esta decisión.

¿Cómo quedará mi cuota tras la carencia de la hipoteca?

Cuando se solicita una carencia hipotecaria, la deuda total se incrementa, ya que el préstamo sigue generando intereses durante los meses en los que no se pagan las cuotas, que se sumarán a los ya previstos en la hipoteca y que se repartirán en las cuotas pendientes, sin prolongar el periodo de amortización del préstamo. Por lo tanto, las cuotas que todavía tengas pendientes de pagar serán más elevadas.

¿En qué situaciones puede necesitarse una carencia hipotecaria?

Beneficiarse de un periodo de carencia en la hipoteca es una opción que ofrecen los bancos a sus clientes en determinadas circunstancias. Por ejemplo:

  • En el caso de las hipotecas autopromotor (para construirse su propia casa), se suele ofrecer un periodo de carencia mientras la vivienda está en construcción.
  • Quienes quieren comprar una nueva vivienda pero todavía no han vendido la actual, que está hipotecada, pueden recurrir a una hipoteca puente con carencia.
  • Quienes en un determinado momento tienen dificultades económicas para pagar la hipoteca de su vivienda habitual, pueden acogerse al Código de Buenas Prácticas. Esta es una medida aprobada por el Gobierno en 2012 y que prevé varias opciones de reestructuración de los préstamos hipotecarios para aquellos titulares que cumplan determinados requisitos, como la rebaja del tipo de interés, la aplicación de un periodo de carencia o la ampliación del plazo del préstamo.

Alternativas antes de pedir una carencia de hipoteca

Teniendo en cuenta los pros y contras de una carencia hipotecaria, otra alternativa de la que disponen los titulares de un préstamo hipotecario que tengan dificultades transitorias para pagar sus cuotas es renegociar las condiciones de la hipoteca. A través de una novación bancaria pueden pedir que se alargue el plazo de amortización del préstamo, lo que reducirá el importe de la cuota mensual, cambiar de una hipoteca de tipo variable a otra de tipo fijo, o pedir una rebaja en el tipo de interés. En cualquier caso, la decisión final siempre estará en manos del banco.

Z7_3OKIGJ82O05D206E78PC4655A4
¿Te ha parecido útil esta información?
Nos encantaría conocer tu opinión para mejorar
Z7_3OKIGJ82O05D206E78PC4655A6

Te puede interesar

×
${loading}
×