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¿Qué es una hipoteca?

Una hipoteca es un tipo de préstamo que está pensado para financiar la compra de un inmueble. A través de un préstamo hipotecario, el banco presta dinero al cliente para que pueda adquirir un piso, un terreno, un local, etc. El propio bien inmueble adquirido se convierte en garantía de pago, de forma que si la persona hipotecada deja de pagar las cuotas de la hipoteca, el banco se queda con el inmueble.

¿Cómo funciona una hipoteca?

Cuando una persona quiere comprarse un piso y no tiene suficiente dinero ahorrado para pagarlo al contado, lo más habitual es que acuda a un banco a solicitar una hipoteca. La entidad financiera le prestará una cantidad de dinero (normalmente no más del 80% del valor del inmueble), que el cliente deberá devolver mensualmente, junto a los intereses generados, en el plazo de amortización acordado. Este plazo de devolución es mucho más amplio en una hipoteca que en un préstamo personal, y puede llegar hasta los 30 años o más.

En una hipoteca, el inmueble adquirido sirve de respaldo al préstamo y actúa como garantía para el banco en caso de impagos. Si en algún momento el hipotecado no puede hacer frente a las cuotas de su hipoteca, la entidad de crédito podrá pedir el embargo del bien.

¿Qué tipos de hipoteca existen?

Las hipotecas suelen clasificarse según cómo sea el tipo de interés que haya que abonar por el dinero prestado:

  • Hipoteca fija: el porcentaje de interés que se paga se mantiene estable durante toda la vida del préstamo hipotecario, por lo que los intereses generados y las cuotas mensuales serán siempre del mismo importe.
  • Hipoteca variable: el interés que se abona está conformado por dos partes, que son un diferencial y un porcentaje que fluctúa en función de un indicador de referencia, principalmente el euríbor. Las cuotas de la hipoteca se revisan periódicamente (semestral o anualmente) en función de la evolución de ese indicador: si sube, los intereses también subirán y el hipotecado tendrá que abonar una cuota mayor; por el contrario, si el indicador baja, se reducirán los intereses y también el importe de las cuotas.
  • Hipoteca mixta: es una hipoteca que combina los dos tipos anteriores. Primero se comienza abonando un interés fijo y al cabo de unos años se pasa a variable.

Elementos que intervienen en el contrato una hipoteca

Al contratar una hipoteca hay que tener claros varios conceptos básicos: capital prestado o principal, intereses y plazo de amortización.

Capital prestado

Es el capital solicitado al banco por el prestatario. Lo habitual es que las entidades no concedan más del 80% del valor del bien inmueble que se desee adquirir, aunque, excepcionalmente, en algunos casos pueden financiar hasta el 100% del valor de la vivienda.

Intereses

Es la cantidad de dinero que el prestatario tendrá que devolver al banco, además del principal, por haberle prestado los fondos para poder comprar su inmueble. Se trata de un porcentaje que puede ser fijo o variable.

Plazo de amortización

Es el tiempo que se tardará en devolver la hipoteca. Frente a los plazos más cortos de los préstamos al consumo o personales, la amortización de una hipoteca es cuestión de años: 10, 20 o 30 años (incluso en algunos casos, puede llegar hasta los 40).

¿Cómo puedo solicitar una hipoteca en Banco Santander?

Si necesitas una hipoteca para comprar una vivienda, en Santander puedes hacer la solicitud tanto online como acudiendo a tu oficina más cercana. Si lo deseas, puedes realizar un cálculo para conocer la cuota mensual y los gastos asociados utilizando nuestro simulador de hipoteca.

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