Elegir hipoteca es una de las decisiones financieras más importantes en la vida de cualquier persona. ¿El motivo? Se trata de un préstamo a muy largo plazo, con el que se pide una importante cantidad de dinero y con unas condiciones que, en ocasiones, no son fáciles de entender.

Para ayudarte a dar los pasos adecuados antes de contratar un préstamo hipotecario, hemos seleccionado las cuestiones fundamentales que tendrás que analizar para dar con una buena oferta:

  1. Elegir entre un préstamo hipotecario fijo o variable.
  2. Establecer el plazo de devolución que mejor se adapte a tu situación, finanzas y gastos.
  3. Averiguar el porcentaje máximo del importe total de la vivienda que el banco está dispuesto a financiar.
  4. Analizar las comisiones que conlleva un préstamo hipotecario.
  5. Qué productos tendrías que contratar para obtener un mejor precio en tu hipoteca.
  1. Decide entre una hipoteca fija o una variable. Como ocurre con cualquier préstamo, una hipoteca también implica el pago de un interés. Sin embargo, en este caso podrás encontrarte con dos opciones entre las que deberás elegir:
  • Hipoteca Fija: Como su propio nombre indica, se trata de un interés que no varía a lo largo de toda la vida del préstamo. Pagarás la misma cuota durante toda la vida de la operación lo que te permitirá realizar una mejor planificación financiera, sin incurrir en riesgos debido a las variaciones de los índices de referencia.
  • Hipoteca Variable: El interés variable se calcula sumando dos elementos: un índice de referencia (normalmente, el euríbor a 12 meses) y un diferencial, que es un porcentaje que fija cada banco y que no cambia nunca. Ahora bien, el euríbor cambia todos los meses, por lo que, en función al nivel que este indicador marque, el interés a pagar podrá aumentar o disminuir y, con ello, la cuota que se paga mes a mes por el préstamo hipotecario.
  1. Fija un plazo de devolución adecuado a tus circunstancias. A la hora de elegir hipoteca, deberás fijar también los años en los que quieres devolver tu deuda. Recuerda que cuanto mayor sea el plazo, menor será la cuota que tendrás que pagar mes a mes, pero mayores serán los intereses.
  2. No pierdas de vista el porcentaje máximo que necesitas financiar. Generalmente, los bancos no suelen conceder más el 80% del valor de tasación (o de compraventa) de la vivienda que se quiere comprar. Es decir, si el inmueble que deseas adquirir cuesta 180.000 euros, lo normal es que las entidades no te den más de 144.000 euros. Eso sí, puede haber ofertas donde ese porcentaje sea algo mayor (o menor) y será necesario que eches cuentas para saber si esa propuesta realmente encaja con tus circunstancias económicas.
  3. Analiza los gastos y comisiones que tendrás que pagar. Además de los gastos asociados a la compra de una vivienda y a la propia formalización de un préstamo hipotecario, no debes olvidar que muchas ofertas incluyen otros gastos adicionales. Los más habituales son las comisiones de apertura, la de amortización anticipada (total y/o parcial) y la de novación. A la hora de elegir un buen préstamo hipotecario, no te olvides de comparar todos estos costes para saber cuál puede ser la opción más económica.

    La nueva Ley de contratos de crédito inmobiliario que entró en vigor el pasado 16 de junio de 2019 regula estas comisiones estableciendo límites máximos y favoreciendo el cambio de las hipotecas de tipo variable a tipo fijo.
  4. Examina qué productos extra te interesan contratar para bonificar el precio de tu hipoteca. En algunas ocasiones los bancos pueden ofrecer un interés menor con la contratación de algunos de sus productos financieros, como por ejemplo: Seguros de Vida, Seguros del Hogar, Cuenta corriente o Planes de pensiones.

Tener en cuenta todos los factores, comparar y calcular bien el coste mensual de tu futura hipoteca es algo en lo que merece la pena invertir tiempo.

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